Todos, nueve
Estoy en la Academia y hago señas a la moza para que traiga la cuenta. En lugar de eso, la mujer me trae un anotador con una birome, burlándose del gesto que hice. Está bien: soy un inútil y cada vez que trato de pedir la cuenta parece que estuviera llamando a los perros, pero tampoco hace falta que me humillen así, delante de mis amigos.
El episodio transcurre en silencio, hasta que la moza suelta: "todos, nueve", refiriéndose al monto total de la cuenta, sin discriminar cuánto había consumido cada uno.
2 comentarios:
ja jajaja
no me dejo de reir!
Yo digo lo mismo cada vez que me piden las notas de mis estudiantes: "Todos nueve, ponele".
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