viernes, 5 de octubre de 2007

Todos, nueve

Estoy en la Academia y hago señas a la moza para que traiga la cuenta. En lugar de eso, la mujer me trae un anotador con una birome, burlándose del gesto que hice. Está bien: soy un inútil y cada vez que trato de pedir la cuenta parece que estuviera llamando a los perros, pero tampoco hace falta que me humillen así, delante de mis amigos.

El episodio transcurre en silencio, hasta que la moza suelta: "todos, nueve", refiriéndose al monto total de la cuenta, sin discriminar cuánto había consumido cada uno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ja jajaja

no me dejo de reir!

Almirante Margarito dijo...

Yo digo lo mismo cada vez que me piden las notas de mis estudiantes: "Todos nueve, ponele".